En el mundo hay 1.300 millones de consumidores de tabaco. Una cifra que sería aún mayor si el tabaco no matase a la mitad de sus consumidores.
Adicionalmente, aumentan el riesgo de síntomas bronquiales y respiratorios (McConnell, Barrington, Wang, & Urman, 2017) y sus componentes químicos dañan las células a largo plazo aumentando el riesgo de desarrollar cáncer
(Huang SJ, 2018) (McNeill A, 2018).