Una nueva generación en la mira del tabaco
El tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública
Un producto que mata 8 millones de personas al año, de las cuales más de 7 millones son consumidores directos y alrededor de 1,2 millones son no directos por exposición al humo ajeno (OMS, 2019b), tiene que buscar nuevos consumidores o clientes constantemente.
“El tabaco expuesto” es el lema con el que la Organización Mundial de la Salud y sus asociados celebran este año, el 31 de mayo, el Día Mundial Sin Tabaco, con el fin de poner en relieve los riesgos para la salud asociados con el tabaquismo y abogar por políticas eficaces para reducir su consumo (OMS, 2020a). Para este año, el objetivo principal de la campaña global es desacreditar mitos y exponer tácticas tortuosas empleadas por estas industrias, proporcionando a los jóvenes el conocimiento necesario para detectar fácilmente la manipulación de la industria y equipándolos con las herramientas para rechazar esas tácticas, permitiendo que los jóvenes se enfrenten a ellos y hace un llamado a todos los jóvenes a unirse a la lucha para convertirse en una generación libre de tabaco (OMS, 2019a).
El costo de las enfermedades inducidas por el tabaco es incalculable, no solo por el número de muertes prematuras evitables relacionadas a enfermedad cardiovascular, cerebro vascular, enfermedad pulmonar y cáncer (más de 17 tipos de tumores malignos están asociados) sino a la economía de los sistemas de salud de los países. Colombia gasta más de 6 billones de pesos cada año en la atención de patologías atribuibles al tabaco y si le agregamos otros costos indirectos esta cifra está calculada en más de 17 billones.
Los principales afectados por el humo de tabaco ajeno son los niños, siendo casi la mitad de los niños quienes habitualmente respiran aire contaminado por humo de tabaco en los lugares públicos, alrededor de 65.000 niños fallecen cada año por enfermedades causadas por este humo (OMS, 2019b). Para Colombia como país de mediados y bajos ingresos las cifras no son alentadoras, de acuerdo con la información suministrada por el Ministerio de Salud y Protección Social, en el país cada hora fallecen, aproximadamente, cuatro personas por adicción al tabaco. Según la Encuesta de Calidad de Vida de 2018, del DANE, las regiones con mayor consumo de tabaco son Antioquia (9,5%), Bogotá (9,3%), Valle del Cauca (7,6%), la Central (7,5%) y la Oriental (7%). Donde menos se consume son San Andrés (4,3%), Orinoquia (5,3%), el Caribe (5,3%) y la Pacífica (6,1%) (Ministerio de Salud y Protección Social, 2019b).
Una nueva generación en la mira del tabaco
En esta época, donde el COVID-19 ha acaparado toda la atención de los medios de comunicación es imperativo no desenfocarnos y mantenernos vigilantes en lo concerniente al control del tabaco. El tabaco, es considerado uno de los principales factores de riesgo de las Enfermedades No Transmisibles y una nueva generación de consumidores está siendo víctima de las tácticas publicitarias de la industria para probar estos dispositivos.
La campaña digital “Una nueva generación en la mira del tabaco” es un llamado de atención, una alerta para padres de familia y docentes sobre las nuevas tácticas usadas por la industria para promover el consumo de nuevos productos atractivos pero peligrosos para la salud: Los cigarrillos electrónicos o vapeadores.
No caigas en una #RelaciónTóxica con la nicotina y el tabaco, únete a una generación libre de tabaco es la invitación de la Liga Colombiana Contra el Cáncer y la Red Nacional de Ligas Contra el Cáncer con presencia en más de 30 ciudades de Colombia
¿Qué son los cigarrillos electrónicos?
No caigas en el juego de la adicción Según el ABCDE sobre cigarrillos electrónicos del Ministerio de Salud y Protección Social, los cigarrillos electrónicos son dispositivos electrónicos que calientan una solución líquida para crear vapor, el cual es inhalado por los usuarios. (Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud, Fundación Colombiana del Corazón, 2018). Además de ser conocidos como cigarrillos electrónicos (e-cigarrillo), también son llamados vapeadores, sistemas electrónicos de suministro de nicotina (SEAN), sistemas electrónicos sin suministro de nicotina (SSSN), vaporizadores personales, e-cigarettes, e-cigs, e-hookahs, mods, plumas de vapor o sistemas de tanque (U.S. Department of Health and Human Services, 2018). Su diseño imita a los productos de tabaco (cigarrillos, puros, pipas), así como a los artilugios comunes como linternas, unidades de memoria (USB) o bolígrafos (Centers for Disease Control and Prevention, 2018).
¿Qué contienen los cigarrillos electrónicos y qué pueden causar?
- Propilenglicol: Sustancia cuya inhalación a altas temperaturas puede producir irritación de ojos, garganta y afectación de las vías aéreas (German Cancer Research Center, Heidelberg WHO Collaborating Centre for Tobacco Control, 2014).
- Glicerina: Sustancia que puede llevar al desarrollo de neumonía lipoide y otras formas de presentación de enfermedad pulmonar intersticial (Itoh, Aoshiba, Herai, Nakamura, & Takemura, 2017).
- Nicotina: Sustancia altamente adictiva, que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y gastrointestinales, puede afectar el desarrollo del cerebro en los adolescentes y jóvenes, y es peligrosa para la salud de las embarazadas y los bebés en gestación (U.S. Department of Health and Human Services, 2018).
- Partículas ultra finas: Incrementan el riesgo de enfermedad coronaria, cáncer de pulmón y asma (German Cancer Research Center, Heidelberg WHO Collaborating Centre for Tobacco Control, 2014).
- Sustancias asociadas a cáncer: metales pesados, formaldehído, acetaldehído, butilaldehído, acroleína, acetona, y otras como benceno, tolueno, etilbenceno, xileno, hidrocarbonos y fenoles (German Cancer Research Center, Heidelberg WHO Collaborating Centre for Tobacco Control, 2014) (Pisinger & Dossing, 2014).
- Saborizantes: Sustancias que mejoran el sabor y estimulan el consumo de estos productos, principalmente en los adolescentes (Jenssen & Boykan, 2019). Sí. La mayoría de razones comúnmente citadas por los niños, adolescentes y adultos jóvenes usuarios de estos productos, son la curiosidad, el sabor y la baja percepción de daño comparado con otros productos del tabaco (Jenssen BP, 2019) (U.S. Department of Health and Human Services, 2018).
Dicho consumo incrementa tres veces más el riesgo de fumar cigarrillos convencionales, lo que sugiere que los cigarrillos electrónicos facilitan el consumo de productos de tabaco convencional (Cullen KA, 2018) e incluso de otras sustancias psicoactivas (Jenssen BP, 2019). En Colombia, según el III Estudio Epidemiológico Andino sobre Consumo de Drogas en la población universitaria, se estimó que el %16 de los universitarios ha usado cigarrillos electrónicos alguna vez en la vida (Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, 2016).
Adicionalmente, la Encuesta Nacional de Tabaquismo en Jóvenes reportó una prevalencia del %15,4 de consumo de estos productos alguna vez en la vida (Ministerio de Salud y Proteccion Social, 2017). Sustancias asociadas a cáncer: metales pesados, formaldehído, acetaldehído, butilaldehído, acroleína, acetona, y otras como benceno, tolueno, etilbenceno, xileno, hidrocarbonos y fenoles (German Cancer Research Center, Heidelberg WHO Collaborating Centre for Tobacco Control, 2014) (Pisinger & Dossing, 2014). Saborizantes: Sustancias que mejoran el sabor y estimulan el consumo de estos productos, principalmente en los adolescentes (Jenssen & Boykan, 2019).