El cáncer de estómago, o cáncer gástrico, es una enfermedad silenciosa que puede confundirse con otras enfermedades del estómago como la gastritis o la úlcera. A diferencia de otros tipos de cáncer, el cáncer gástrico es uno de los más letales. Anualmente 1 millón de casos son diagnosticados en el mundo y en Colombia este cáncer, ocupa el primer lugar en mortalidad con 6.451 casos cada año.
La Liga Colombiana Contra el Cáncer lanza su campaña “Vitaminas contra el Cáncer Gástrico”, la cual busca educar a los colombianos sobre la necesidad de incrementar el consumo de frutas y verduras diariamente, como la mejor manera de contrarrestar este tipo de cáncer.
“El cáncer gástrico es silencioso y muy difícil de diagnosticar. Por eso es importante que, desde la educación, hagamos conciencia sobre cómo podemos prevenirlo desde nuestros hogares para que año tras año los números de casos y de muertes, disminuyan. El autocuidado es nuestra responsabilidad y la mejor herramienta para prevenirlo”, aseguró el Dr. Carlos Castro, Director médico de la Liga Colombiana Contra el Cáncer.
Betacarotenos
Están presentes en las frutas y verduras rojas, amarillas, anaranjadas y algunas de hojas verdes. Son una fuente fundamental de Vitamina A. Su consumo ayuda a reducir el riesgo de desarrollar cáncer gástrico y los podemos encontrar en frutas como la naranja, el melón, los mangos, la calabaza y las papayas, y en hortalizas de raíz de naranja como las zanahorias.
- Por ser sustancias antioxidantes que ayudan a inactivar los radicales libres y moléculas de oxígeno libres, pueden generar un efecto protector para algunos tipos de cáncer entre ellos el de estómago.
- Se convierten en vitamina A que es un nutriente esencial para la visión, el sistema inmunitario y la reproducción. Además de ser antioxidante tiene efectos antiinflamatorios lo cual es un factor protector para las células.
- Es una sustancia que protege la piel, las mucosas y brinda ayuda en su regeneración cuando ocurren lesiones.
- Siendo un antioxidante ayuda a reforzar el sistema inmunitario para combatir virus e infecciones.
- Cuida el cerebro y lo preserva de desarrollar enfermedades como la demencia.
Flavonoles
Son compuestos que se obtienen de la parte no energética de la dieta humana. Se encuentran en vegetales, semillas, frutas y en bebidas como el vino y la cerveza. Se han demostrado múltiples efectos benéficos para la salud humana por su acción antioxidante y eliminadora de radicales libres.
- Participan en el control del estrés oxidativo de las células a través de su acción antioxidante con lo cual ayudan a disminuir los riesgos de desarrollar enfermedades crónicas cardiovasculares, diabetes, hipertensión arterial y cáncer.
- Son inductores de enzimas antioxidantes y destoxificadoras favoreciendo con su preservación el retraso en el envejecimiento celular y la circulación de sustancias que pueden originar diferentes tipos de cáncer.
- Su presencia en la dieta contribuye en el potencial anti radical (control de radicales libres) disminuyendo los riesgos a desarrollar enfermedades como el cáncer.
- Tienen efectos anti estrogénicos es decir inhiben la síntesis de estrógenos los cuales en altas concentraciones se relacionan con el desarrollo de algunos tipos de cáncer.
Vitamina C
Conocida también como el ácido ascórbico, es el antioxidante más reconocido y se encuentra presente en buenas cantidades en las frutas como la guayaba, el kiwi, la papaya y el pimentón rojo; verduras como las coles de Bruselas, el perejil y el brócoli. En medianas cantidades se encuentra en frutas cítricas como las naranjas, las mandarinas y las toronjas. El aporte diario de esta vitamina contribuye en evitar la formación de compuestos con capacidad cancerígena.
- Es un poderoso antioxidante algunos estudios indican que tiene la capacidad de neutralizar compuestos como las nitrosaminas a las que se atribuyen efectos cancerígenos.
- Previene el cáncer gástrico al disminuir la adhesión de la bacteria Helicobacter Pilory a las paredes del estómago.
- Interviene en la formación de colágeno y en procesos de regeneración de tejidos, por lo que juega un papel importante en la cicatrización de heridas y formación de nuevo tejido. Interviene en la formación de colágeno y en procesos de regeneración de tejidos. Estudios recientes la relacionan con la regeneración de lesiones gástricas causadas por el Helicobacter Pilory, bacteria asociada a diferentes tipos de cáncer gástrico.
- Algunos estudios sugieren que la vitamina C desacelera el proceso del envejecimiento celular y por ende, el desarrollo de enfermedades de los vasos sanguíneos como la ateroesclerosis, metabólicos como la diabetes, la hipertensión arterial, el aumento de los niveles de colesterol perjudicial, enfermedades degenerativas del sistema nervioso como la demencia y el Parkinson e incluso trastornos de fertilidad.
- Previene las enfermedades cardiacas disminuyendo el colesterol, lo que evita que la grasa se adhiera a los vasos sanguíneos y se reduzca la posibilidad de sufrir infartos.
Vitamina E
Se encuentra presente en los aceites de origen vegetal como el girasol, el germen de trigo, la almendra y la oliva; frutos secos principalmente las almendras, avellanas, pistachos y cacahuates; pescados como el congrio, el jurel, el salmón y la sardina; frutas como el aguacate y verduras como la espinaca, los espárragos y el brócoli. El consumo de estos alimentos en más de 4 porciones diarias, aportan en la prevención del cáncer gástrico.
- Su función más importante es la acción antioxidante protegiendo las membranas celulares al interrumpir la formación de radicales libres que se relacionan con la aparición de células cancerígenas.
- Participa en la regulación de la agregación plaquetaria, un proceso importante en la coagulación sanguínea que ayuda a prevenir la formación de trombos en los vasos sanguíneos.
- Aporta en la modulación y estimulación del sistema inmunológico del cual dependemos al momento de enfrentar diferentes agentes infecciosos.
- Interviene en los procesos de eliminación de células tumorales.
Selenio
Es una sustancia con actividad antioxidante presente en alimentos como la carne, pescados, aves, huevos, mariscos, nueces, uvas, fresas, sandía, aguacate, bayas y plátano. Consumir por lo menos una porción diaria de estos alimentos aporta en la protección de los efectos de los radicales libres.
- El selenio es un mineral que protege las células de los radicales libres y actúa como barrera ante el estrés oxidativo.
- Sus beneficios antioxidantes ayudan a fortalecer el sistema inmunológico por lo que estaremos en mejor condición de enfrentar infecciones virales y bacterianas.
- El selenio ayuda a que la función tiroidea sea óptima y con ello mejora el metabolismo. Desacelera el envejecimiento celular mediante la protección y reparación de la piel en heridas e infecciones, también mejora el estado del cabello y las uñas.
- El selenio ayuda a fortalecer los órganos de los sentidos, en especial la vista.
- Fortalece el sistema reproductor masculino pues participa en el proceso de formación de espermatozoides.
Polifenoles
Son antioxidantes naturales presentes en frutas, verduras y hortalizas como: las uvas, fresas, moras, granadas, arándanos, manzanas, cacao, remolacha, berenjena, tomate, perejil, tomillo, apio, orégano, lentejas, fríjoles, soja, col rizada, cebolla, cebollín, ajos. Porciones diarias de estos alimentos ricos en
polifenoles ayudan a prevenir el cáncer gástrico.
- Tienen propiedades antioxidantes y neutralizadoras de radicales libres lo que contribuye en la destoxificación o bloqueo en la formación de sustancias que pueden originar cáncer.
- Contribuyen en la regulación del sistema inmune con esto generan un efecto inhibidor de células cancerosas y preparan al cuerpo para enfrentar infecciones.
- Regulan la actividad hormonal de estrógenos, esto ayuda a prevenir enfermedades como la osteoporosis, mejoran los síntomas de la menopausia, disminuyen los niveles de colesterol en la sangre y con ello ayudan a prevenir enfermedades como la diabetes, hipertensión arterial, ateroesclerosis y enfermedades cardiovasculares derivadas.
- Algunos polifenoles tienen efectos anti proliferativos celulares lo que ayuda a evitar el crecimiento incontrolado de células que ocurre en la mayoría de cánceres.
Ejercicio
El ejercicio físico contribuye en el control de tres factores de riesgo que se han asociado al cáncer: Los procesos inflamatorios celulares, debilidad o alteraciones del sistema inmunitario y el envejecimiento o deterioro metabólico de las células.
- El ejercicio físico es una estrategia altamente eficiente para el tratamiento de la obesidad que se encuentra relacionada como factor de riesgo predisponente para varios tipos de cáncer.
- Actividades físicas aeróbicas como caminar, trotar, correr y nadar realizadas en sesiones de 30 minutos, tres veces a la semana, contribuyen en la activación de las sirtuinas, proteínas celulares encargadas de la regulación del metabolismo celular manteniendo las condiciones normales que no favorecen el desarrollo de células cancerosas.
- El ejercicio físico modula la perfusión sanguínea de los tejidos mejorando su oxigenación, ayudando a tonificar y mantener el tejido muscular y mejorando la densidad ósea.
- Estimula además, la actividad del sistema inmunológico movilizando células protectoras y liberando moléculas y proteínas que pueden ayudar a suprimir la iniciación o progresión de células cancerígenas.
LA MEJOR MEDICINA ES IMPLEMENTAR HÁBITOS SALUDABLES
#VitaminasContraElCáncer
Llacuna, L., & Mach, N. (2012). Papel de los antioxidantes en la prevención del cáncer. Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, 16(1), 16-24.
García Triana, B. E., Saldaña Bernabeu, A., & Saldaña García, L. (2013). El estrés oxidativo y los antioxidantes en la prevención del cáncer. Revista Habanera de Ciencias Médicas, 12(2), 187-196.
Robles-Agudo, F., Sanz-Segovia, F., López-Arrieta, J. M., & de la Ascensión, M. B. (2005). Alimentación y cáncer. Revista Española de Geriatría y Gerontología, 40(3), 184-194.
Adrianza de Baptista, G., & Murillo Melo, C. (2014). Cáncer-vitaminas-minerales: Relación compleja. Archivos Latinoamericanos de Nutrición, 64(4), 220-230.
Hollman, P. C., & Katan, M. B. (1999). Health effects and bioavailability of dietary flavonols. Free Radical Research, 31(sup1), 75-80.
Oviedo, J. P. R. (2009). Vitamina C protección contra cáncer gástrico. Revista Médica de Costa Rica y Centroamérica, 66(590), 337-338.
González López, L., & Rodríguez González, B. L. (2011). Patogénesis de la infección por Helicobacter Pylori. Revista Cubana de Medicina, 50(4), 441-452.
Febles Fernández, C., Soto Febles, C., Saldaña Bernabeu, A., & García Triana, B. E. (2002). Funciones de la vitamina E: actualización. Revista Cubana de Estomatología, 39(1), 28-32.
Pita Rodríguez, G. (1997). Funciones de la vitamina E en la nutrición humana. Rev. cuba. aliment.nutr, 46-57.
Hernández-Mendoza, H., & Rios-Lugo, M. J. (2009). Rol biológico del selenio en el humano. Química Viva, 8(2), 64-79.
Tomás Barberán, F. (2003). Los polifenoles de los alimentos y la salud.
Maydata, B. (2002). Chocolate, polifenoles y protección a la salud. Acta Farm. Bonaerense, 21(2), 149-52.
Francisco, L. K., & Alejandro, C. Z. (2012). El deporte y la actividad física en la prevención del cáncer. Revista Médica Clínica Las Condes, 23(3), 262-265.
AVENDAÑO, S. B., & Álvarez, O. (2018). Ejercicio en prevención primaria de enfermedad cardiovascular y cáncer. Revista Med, 26(2), 44-51.
Gonzalo-Encabo, P., Cerrato, D. V., & Pérez-López, A. EJERCICIO FÍSICO EN LA PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE MAMA.
Torrens, M., Roca, P., & Sastre, J. (2017). Importancia de la sirtuina 3 en el estrés oxidativo y el cáncer. Medicina balear, 32(2), 47-52.